martes, 12 de enero de 2010

Informo del consumo desenfrenado.




Días de locura, así puedo describir muy brévemente lo que se ha visto desde que comenzó el año en los comercios.
¿De verdad nos hace falta todo lo que compramos? ó ¿nos hace falta comprar para sentir que estamos vivos?.
Muchas veces habremos comentado con amigos o familiares, o lo habremos leído, el consumismo visto desde la pregunta anterior, en el sentido existencial, las personas parece que ponemos el consumo desenfrenado a la altura de las necesidades primarias, desde luego que nos tenemos que comprar comida y ropa, pero al nivel que lo hacemos... creo que no es racional.
Estos días en los comercios y, alimentado por las fiestas navideñas que incitan al consumidor a comprar para regalar, se ha podido apreciar como la gente compraba sin saber; sin saber talla, sin saber en muchos casos precio, sin saber para quien, sin saber al final porqué.
¿Cual es el motivo que nos lleva a consumir de esta manera?, ¿de verdad necesitamos tantos pares de zapatillas o un pantalón para cada día de la semana?. Hoy parece que es pecado repetir la ropa de un día para otro.
Reflexionemos sobre este tema porque en tiempos como los que nos acompañan creo que este tipo de consumismo no nos hace ningún bien (y no digamos ya en el medio ambiente), por supuesto, que el consumo es el motor de la economía, es lo que provoca que el dinero se mueva y por lo tanto la economía en su conjunto funcione provocando generación de empleo, subidas salariales... pero no debemos dejar que este consumismo nos atrape en su tela de araña y terminemos por necesitarlo para sentirnos bien con nosotros mismos.
Este consumismo también ha provocado que empujemos los precios de muchos bienes (como la vivienda o la gasolina) al alza y que en nuestra época la gran mayoría de las familias necesiten 2 sueldos dignos para vivir de igual manera.
Por un consumo racional, pensemos antes de comprar.